La Palabra de Dios

8:07 PM  Ros Mill Franco Uñapillco


LA PALABRA DE DIOS


1.         La Palabra de Dios, tenía que salir para restaurarse el Pueblo de Dios

Sepas pues y entiendas, que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar á Jerusalem hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; tornaráse á edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos (Daniel 9:25). Mientras no salga la Ley de Dios, no puede edificarse el Mesías, ni restaurarse el Pueblo de Dios.

Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová (Isaías 2:3). Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi juicio descubriré para luz de pueblos (Isaías 51:4). Y acontecerá en los postreros tiempos, que el monte de la casa de Jehová será constituído por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él pueblos. Y vendrán muchas gentes, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y enseñarános en sus caminos, y andaremos por sus veredas: porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová. Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes gentes hasta muy lejos: y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces: no alzará espada gente contra gente, ni más se ensayarán para la guerra (Miqueas 4:1 al 3).

2.         La Palabra de Dios, tenía que salir para mostrarse el mundo

Alegad por vuestra causa, dice Jehová: exhibid vuestros fundamentos, dice el Rey de Jacob (Isaías 41:21).

Alegad: El Abogado trae la Ley en defensa de su causa; Exhibid, manifestar, mostrar en público; Fundamento, principio o base.

3.         La Palabra salió de la boca de Dios

Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón (Job 22:22). Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4).

4.         La Palabra es el Mandamiento de Dios

Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio (1 Juan 2:7). Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra (Deuteronomio 4:13). Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches: no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras de la alianza, las diez palabras (Éxodo 34:28).

5.         La Palabra de Dios es para vivir para siempre

De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre (Juan 8:51).

Vivir para siempre, significa, que el alma que cumpliere la Ley de Dios, nunca jamás volverá a reencarnarse o a volver a vivir en este mundo, que es el lago de fuego (Hebreos 1:11).

6.         No se debe añadir ni quitar a la Palabra de Dios

No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno (Deuteronomio 4:2). Porque yo protesto a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro (Apocalipsis 22:18,19). No añadas a sus palabras, porque no te reprenda, Y seas hallado mentiroso (Proverbios 30:6).

7.         La Palabra es la Espada del Espíritu de Dios

Y tomad el yelmo de salud, y la espada del Espíritu; que es la palabra de Dios (Efesios 6:17). Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12).

8.         La Palabra es para aprender y enseñar

El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Júntame el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra: y las enseñarán a sus hijos (Deuteronomio 4:10). Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde anden, y lo que han de hacer (Éxodo 18:20).

9.         La Palabra se envió para los Hijos de Israel

Envió palabra Dios a los hijos de Israel, anunciando la paz por Jesucristo; éste es el Señor de todos (Hechos 10:36). El Señor envió palabra á Jacob, y cayó en Israel (Isaías 9:8).

10.      Para conocer la Palabra, debemos volvernos a Dios

Volveos a mi reprensión: He aquí yo os derramaré mi espíritu, Y os haré saber mis palabras (Proverbios 1:23).

11.      El mundo no cree en la Palabra de Dios

Empero aborrecieron la tierra deseable: No creyeron a su palabra; Antes murmuraron en sus tiendas, Y no oyeron la voz de Jehová (Salmos 106:24,25). El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios (Juan 8:47).

12.      La Palabra de Dios es la fe

Mas ¿qué dice? Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe, la cual predicamos. Luego la fe es por el oír; y el oír por la palabra de Dios (Romanos 8:10,17).

13.      Bienaventurado la persona que guarda la Palabra de Dios es la fe

Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan (Lucas 11:28). El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la ejecutan (Lucas 8:21).

14.      Todos debemos obedecer la Palabra de Dios

¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehová (Jeremías 22:29).

15.      La Palabra de Dios se debe predicar rápido

El envía su palabra a la tierra; Muy presto corre su palabra (Salmos 147:15). Por toda la tierra salió su hilo, Y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol (Salmos 19:4).

16.      La Palabra de Dios es un Espíritu

El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida (Juan 6:63).

17.      La Palabra de Dios, es para limpiar y sanar a la persona

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra (Salmos 119:9). Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado (Juan 15:3).

18.      ¿Qué pasará con la persona que no obedece a la Palabra de Dios?

Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandares, que muera; solamente que te esfuerces, y seas valiente (Josué 1:18). El que menosprecia la palabra, perecerá por ello: Mas el que teme el mandamiento, será recompensad (Proverbios 13:13). Oye, tierra. He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon a mis palabras, y aborrecieron mi ley (Jeremías 6:19).

19.      Ezequiel Ataucusi Gamonal, fue arrebatado al tercer cielo, para recibir las Diez Palabras del pacto

Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco tal hombre, (si en el cuerpo, ó fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe). Que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras secretas que el hombre no puede decir (2 Corintios 12:2 al 4).

20.      El cumplimiento de la Palabra de Dios conduce a Cristo

La ley, como el esclavo que vigila a los niños, nos acompañó hasta la venida de Cristo, para que por la fe alcanzásemos la justicia (Gálatas 3:24).

21.      Por la Palabra de Dios, el cuerpo se limpia de las enfermedades y cuando esté limpio, el Espíritu Santo de la Promesa morará dentro de nosotros

Y como fue ya tarde, trajeron a él muchos endemoniados: y echó los demonios con la palabra, y sanó a todos los enfermos (Mateo 8:16). Empero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta (Gálatas 3:23). Luego la fe es por el oír; y el oír por la palabra de Dios (Romanos 10:17). En el cual esperasteis también vosotros en oyendo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salud: en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13).

22.      La Ley, el culto y las promesas de Dios, son solo para los Israelitas

Digo pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura? cómo hablando con Dios contra Israel dice (Romanos 11:1,2).

Que son israelitas, de los cuales es la adopción, y la gloria, y el pacto, y la data de la ley, y el culto, y las promesas (Romanos 9:4). Que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de Israel, y extranjeros a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo (Efesios 2:12).

23.      ¿Quiénes son los Israelitas?

Porque mis siervos son los hijos de Israel; son siervos míos, a los cuales saqué de la tierra de Egipto: Yo Jehová vuestro Dios (Levítico 25:55). Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán (Hechos 2:18). Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna (Romanos 6:22).

24.      Todo hombre que se someta a la Ley de Dios será salvo

Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley. Para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos (Gálatas 4:4,5).

Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de grana, é hisopo, roció al mismo libro, y también a todo el pueblo. Diciendo: Esta es la sangre del testamento que Dios os ha mandado. Y además de esto roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión (Hebreos 9:19:29). Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte (Apocalipsis 12:11).

 
Estudio preparado por el Maestro Ezequiel Ataucusi Gamonal, el Postrer Moisés, el Primer Olivo o el Primer Testigo, Santuario del Príncipe Israel, del Arcángel Miguel o Cristo.

Que la Gracia de nuestro Excelentísimo Señor Ezequiel Jonás Ataucusi Molina, el Rey de la humanidad, Santuario de Dios y de Cristo, more en sus corazones hermanos y hermanas del Mundo.


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